A veces cuidar la piel es un gesto de amor propio. Pero cuando la mirada se detiene una y otra vez en cada detalle, cuando lo que ves en el espejo se convierte en una incesante preocupación y juicio, ya no hablamos de cuidado, sino de un posible factor de sufrimiento, miedo o incluso dolor o ansiedad. En esos momentos, la clave es poder ofrecernos la posibilidad de repensar si necesitamos dar algún paso, pedir ayuda y cuidar lo que sentimos por dentro.
Como explica Aida Díaz González, psicóloga de nuestro equipo, para hablar de dermorexia no se trata solo de la piel, sino de cómo la mente queda atrapada en la idea de una imperfección.
La preocupación deja de ser ligera y se vuelve constante, ocupando horas de tu día y espacio en tu mente, incluso por defectos que no existen.
Las conductas repetidas (mirarse compulsivamente al espejo, probar producto tras producto, buscar la perfección) terminan alimentando una posible ansiedad.
Y, lo más importante: cuando esa obsesión afecta a tu vida, a tus relaciones, a tu trabajo, deja de ser un simple malestar y se convierte en un posible trastorno que merece atención.
El espejo de las redes sociales
Las redes sociales han creado un nuevo espejo en el que mirarnos. Un espacio donde la piel aparece siempre perfecta: sin marcas, sin arrugas, sin imperfecciones. Filtros y ediciones nos devuelven una imagen idealizada que poco tiene que ver con la realidad.
Ese espejo digital puede convertirse en una trampa. Cuanto más nos comparamos con esas imágenes, más aumenta la exigencia y la frustración. La piel deja de ser piel para transformarse en un lienzo que sentimos obligado a ser impecable.
Pero la vida real no tiene filtros. Y aceptar que la piel también habla de nuestra historia (con sus granitos, cicatrices o arrugas) es un acto de libertad y justicia con nuestra realidad.
Pedir ayuda no es rendirse: es volver a mirarte con calma, con aceptación y con la certeza de que tu bienestar va mucho más allá de tu piel.
Puedes leer el artículo completo de la revista con la que hemos colaborado en este enlace: https://www.trendencias.com/belleza/tu-obsesion-skincare-puede-volverse-enfermedad-que-dermorexia-como-reconocerla